viernes, 21 de junio de 2013

Bichos, viajes y patrullas hinchadas


 Desde la última entrada todo ha transcurrido con relativa calma, Dante sigue creciendo y ya sus movimientos son perceptibles para el papá también, si pone la mano en mi panza en el momento adecuado, y hace un par de días también hicimos el descubrimiento que si estoy boca arriba se alcanza a notar como brinca la pancita.


  Sin embargo esta temporada no ha estado desprovista de anécdotas y achaques, la primera fue una infección en vías urinarias, bastante común en el embarazo a decir el gine y si, de las múltiples fuentes que consulté.  El me había encargado hacerme un general de orina al inicio del embarazo que salió bien, y luego como en la 3er consulta me encargó me hiciera otro nomás pa no dejar yo le dije que no tenía ningún síntoma pero ya me explicó que incluso hay infección asintomática, en fin que la verdad que hice decidia varias semanas hasta que un día amanecí con el cuerpo como cortado y traía febrícula (37.5-38ºC), claro que pronto me vino a la cabeza ese análisis que no me había echo y fuimos corriendo al lab, me lo entregaron en ese mismo momento y efectivamente llena de bichos como fuimos al lab de un hospital el residente me atendió y le llamó a mi gine ya se pusieron de acuerdo y me dieron mi receta, lo bueno fue que pronto se me quitó el malestar como a los 2 días, lo malo que el tratamiento duró 7 dias y me cayó como bomba a los intestinos.  

  Apenas terminé mi tratamiento y el marido comenzó con dolor de garganta y estornudos...una noche que yo estaba sintiendo moverse al bebé le dije a ver pon la mano, y que lo siente!! fue un momento muy hermoso y emotivo, pero enmedio de ésta alegría nos olvidamos por completo de su gripa y nos dimos un besote...claro a la mañana siguiente la que traía dolor de garganta y estornudos fui yo.  Me dio un griponón!!! a sugerencia del gine me recomendó aguantar unos días para evitar volver a dar antibiótico tan seguido a ver si solita cedía, pero fui de mal en peor y para el 5º día ya traía un tos de perro, deplano mejor hice cita con mi otorrino y revisó y si traía una infección en la faringe, además me explicó que esa tos constante hacía presión sobre el útero y no era como lo más recomendable, así que le llamó al gine y platicaron y decidieron darme de nuevo antibiótico, pero ahora uno más amable con los intestinos lo cual agradecí enormemente.  

  Por fin salí de todos mis males, fueron 2 semanas pesadas la verdad, pero desde entonces me he sentido de maravilla.

  La recuperación ocurrió justo antes de un viaje a la playa que teníamos planeado con la familia de mi esposo, antes de irnos tocó cita con el gine y vimos a Dante y todo va excelente con su crecimiento, le revisaron ya su boquita y paladar y descartaron labio leporino y paladar hendido (hay antecedente en mi familia), de mi peso cual tablita del Institute Of  Medicine (IOM), hasta ese momento 5.5kg en total con 23 semanas de gestación.  



  Para los curiosos: se estima que con un IMC normal se ganen 1.2kg durante el primer trimestre (12 semanas) y luego 440g por semana, por tanto:
23semTotales-12sem1erTrim=11semanas
11sem*.440g=4.84k 

4.84kg+1.2kg= 6.04kg (bueno si iba unos gramos abajo pero friamente calculado por mua, para irme al all inclusive jajaja)


  Nos fuimos pues a la playita, el viaje de ida y vuelta estuvo largo porque tuvimos que estarnos parando en cada caseta para ir al baño y caminar poquito, pero la playa estuvo riquísima, la compañía inigualable y la comida limpia y deliciosa, aparte el marido se puso un día a hacerme un oyo en la arena para la panza y pude disfrutar de un rico momento tumbada boca abajo aaahhh que delicia! Al mar solo me metí hasta las rodillas, ya el equilibrio no está al 100% y no iba a arriesgarme a una revolcada de las olas en mi estado, pero a la alberca si me metí agusto y hasta había clasesitas de yoga y también entré.  Un dato curioso es que la panza en la alberca se siente super chistosa...como si el bebé te flotara adentro y como si fuera una pelota que te jalara hacia un lado u otro.

  Y ya termino recordando que el único achaque permanente en mi embarazo son los pies hinchados, afortunadamente la presión va bien, me la tomo con regularidad y siempre bien, y pues le bajé al sodio pero igual se hinchan, así que vivo muchos ratos de mi día de cabeza literalmente hablando jajaja solo los días que voy a la yoga he notado que casi no se me hinchan o no se hinchan en absoluto (mucho depende si estuve mucho rato sentada en el consultorio o no).

Pues así va esta odisea, muy contenta y esperando el momento anhelado.