Cool down

Estoy entrando a esa etapa en la que hay que desacelerar el paso e irse preparando para le llegada del bebé, no sin algo de ansiedad puesto que la incapacidad correrá por mi cuenta y hay que seguir pagando la renta, además de la incertidumbre de si la clientela regresará cuando uno la convoque o que pueda pasar.

Sin embargo poco a poco he ido bajando el ritmo y puedo pasar ahora bastante tiempo en los preparativos, que no han sido pocos, ya hasta tumbamos una pared del futuro cuarto del bebé para poner una puerta; y disfruto de una manera indescriptible y jamás soñada pasarme las horas observando mi panza en espera del brinquito, la patadita, la ola y las cosquillas que me hace mi bebé desde dentro.

Me preparo también mental, física y emocionalmente para recibirlo y junto con su papá pasamos cada vez más tiempo de las sobremesas hablando de vanalidades y profundidades de la crianza, desde si nos gustó o no aquella tinita, hasta que aspectos de nuestras familias queremos evitar que se repitan.

El plazo está cerca, trabajaré hasta el último de Agosto, ya estoy dando de alta a los pacientes que lo ameritan, no recibiendo nuevos que impliquen un seguimiento mayor a un mes y apalabrada con los que quedan y una colega para que puedan seguir sus consultas.