viernes, 27 de diciembre de 2013

EL VIAJE DE DANTE

Hace unas semanas en la expo de Mamis Pancitas y Bebés, se llevó a cabo un concurso de cuentos para mamás sobre el nacimiento de sus bebés, éste es el cuento con el que participamos y ganamos el primer lugar:

El viaje de Dante
Por: Lulú Flores

   Un soplo de amor envió a Dante a un viaje, fue puesto en su nave lleno del líquido vital que suavemente lo abrazaba y acariciaba, le daba soporte  y calor.  El trayecto era tranquilo y sin prisas, escuchó canciones, leyó poemas, visitó lugares y fue formándose una idea de lo que lo esperaba al llegar. Dos ángeles  fueron los encargados de vigilar el trayecto de la nave y de preparar todo para su llegada a la tierra. Ellos estudiaron, leyeron y aprendieron mucho sobre esa navecita, como mantenerla limpia, funcionando y en perfecto estado.

   Todo fluía como un día soleado en medio del bosque, sin embargo un día una sombra turbó el trayecto de Dante, otro de los viajantes se había perdido en el camino, fue una pérdida que nadie esperaba y uno de los ángeles en su dolor tuvo algunos problemas con la navecita, tuvo que llamar a un experto, le dijo que tuerquitas apretar y todo siguió su curso.

   Estaba cada vez más cerca el día del aterrizaje y todo era dicha y felicidad, se avisó a la tierra que comenzaran con los últimos preparativos en cosa de unas semanas se realizaría el tan esperado aterrizaje. No bien había llegado el mensaje cuando algo ocurrió, Dante dejó de dar señales de estar contento, y un ángel se preocupó mucho, su instinto le dijo que algo malo podría pasar que algo no estaba bien con la nave y que Dante podría correr peligro.  De nueva cuenta llamó al experto que al revisar se percató que efectivamente algo malo estaba pasando con la nave, se había acabado el líquido vital, tendrían que hacer un aterrizaje de emergencia.

   Buscaron rápido un planeta al cual poder llegar y pudieron hacer las maniobras necesarias para llegar sin mucho problema,  la atmósfera sin embargo no era igual a la de la tierra y tuvo Dante que usar oxígeno en lo que se realizaban los arreglos para enviarlo a casa.  En ese planeta no se permitía la entrada de los ángeles por mucho tiempo y solo podían estar de visita unas horas al día, pero eran tan organizados que cada navegante que había aterrizado ahí tenía todo un equipo atendiéndolo. Resultó que la jefa del equipo de Dante era casi como sus propios ángeles.

   Por fin se llegó el día en que todo quedó listo para su vuelta a casa, pudo salir de ese planeta y como la tierra ya estaba muy cerca no necesitó ninguna nave, sus ángeles guardianes lo tomaron en brazos, extendieron sus hermosas alas y lo llevaron en vuelo a su nuevo hogar.

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