Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales UCIN
Inicia con unos papás en estado de shock, por lo general entra papá con el bebé cuando recién nace y luego en horario de visita se ve una mamá con cara de susto en bata y todavía con sueros, según el turno y el personal le explicarán amable o secamente que no puede entrar con sueros ni soluciones conectadas...simple pide antes de bajar que te pongan un tapón en el o los catéteres.
Al inicio solo vas concentrada en tu bebé no notas que hay más bebés y papás haciendo visita, el personal se presenta contigo pero olvidas los nombres, solo quieres ver y saber como está tu bebé...algunas mamás lloran mucho en la primer visita pues no se esperaban ver tantos tubos y cables conectados en su hijo(a), pero tranquila todo eso es para ayudarle o monitorearlo, como ya no tiene placenta ni cordón por algún tubo recibe oxígeno, por alguna sonda o catéter nutrientes, lo que pasa que nuestros aparatos son más burdos que los que la naturaleza crea.
Día a día vas viendo otras cosas y hasta comienzas a platicar con otros papás en la salita de espera ¿de cuántas semanas nació tu bebé? ¿como va? ¿ya le quitaron el respirador?...luego incluso adentro percibes como durante la hora de visita todo tiene un ambiente sagrado en el que solo se escuchan los pitiditos de algunos monitores, un llantito esporádico y muchas voces bajitas de dulce tono que hablan a los bebés...a veces incluso percibes una cancioncita por aquí y por allá.
Te vas dando cuenta también que no es sensato preguntar al neonatólgo(a) de tu bebé cuando lo dará de alta pues eso depende de su evolución y ésta es tan única e individual como lo es cada bebé.
Algunos días ves salir a algún papá bañado en lágrimas y no te atreves a acercarte y luego por la tarde lo vuelves a ver radiante de felicidad...y es que así es la vida en UCIN, los sentimientos están a flor de piel y los bebés evolucionan y aveces tienen pequeños retrocesos que dan el gozo y la tristeza a sus papás de unas horas a otras.
Pero los mejores momentos definitivamente es cuando te toca ver que dan de alta a un bebé...el rostro de los papás es indescriptible, creo que solo el rostro de una mamá recién parida podría asemejársele, ves como visten al bebé, como se los entregan, como se despide el personal y te alegras, te alegras de todo corazón por ellos porque sabes que también un día darán de alta a tu bebé y podrás llevarlo a casa.
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